Monte Igueldo de San Sebastián, vista desde la isla

Monte Igueldo de San Sebastián

San Sebastián está rodeado de montañas, un cinturón verde que durante siglos ha protegido la ciudad. Montes que han dado forma a los pueblos de los alrededores y a nuestros barrios. Montes que incluso llegan al mar, abrazando la bahía de La Concha. Uno de estos montes es Igueldo, quizá el más conocido de todos ellos.

El Monte Igueldo es el monte al oeste de La Concha, parte de Mendizorrotz, el macizo que separa San Sebastián de Orio, el siguiente pueblo en la costa. A Igueldo también se le llama Hiru Txubillo o Txubillo, por los tres txubillos (cimas) que se ven desde la bahía de La Concha.

El de más a la izquierda es Millabier y el de más a la derecha nuestro Igueldo o Txubillo. Igueldo además significa «lugar de ranas» en euskera, y hace referencia a la ranita meridional, que habita el monte y sus alrededores y que se ha convertido en el símbolo de los autobuses urbanos de la ciudad.

Historia del Monte Igueldo

El Monte Igueldo es mayormente un espacio natural, con algunas granjas y casas rurales (una de ellas cría alpacas, entre otros animales), alguna sidrería, un camping, el Akelarre (el restaurante de 3 estrellas Michelin de Pedro Subijana)… Es, además, atravesado de punta a punta por el Camino de Santiago del Norte, una excursión bastante fácil de seguir, ya que las flechas amarillas nos acompañan todo el recorrido.

También aquí podemos encontrar el barrio de Igueldo, antiguo pueblo, en el que podemos encontrar los elementos construidos más viejos de toda la ciudad. Y es que la iglesia de Igueldo es del siglo XII, mucho anterior a la de San Vicente, en la Parte Vieja, del siglo XVI.

Y más antiguo que la iglesia es el conjunto de monumentos megalíticos que se pueden observar a lo largo del monte. Desde San Sebastián a Orio son 9 los monumentos construidos al menos hace 3.500 años. El estado de conservación de algunos deja que desear, pero si nos gusta el arte prehistórico, recorrer Igueldo es sin duda un plan casi obligado. Y por eso, podríamos decir que el primer asentamiento en la zona de San Sebastián data de estas fechas tan antiguas.

Monte Igueldo

Uno de los monumentos megalíticos de Igueldo. Foto de Donosti City.

Parque de atracciones del Monte Igueldo

A pesar de todos los elementos interesantes que podemos encontrar en el Monte Igueldo, sin duda el más famoso es el parque de atracciones situado en la cima llamada Igueldo. Construido en 1912 como casino y restaurante, con la prohibición del juego en 1924 se decidió convertirlo en parque de atracciones y lleva haciendo las delicias de grandes y pequeños desde entonces.

El parque no es muy grande, apenas se tarda 5 minutos en recorrerlo de una esquina a la otra, pero en él podemos encontrar atracciones que llevan abiertas muchísimos años. El Río Misterioso con sus increíbles vistas a la bahía de La Concha, las lanchas, fáciles de conducir para niños de cualquier edad, el laberinto, los autos de choque…

Y la joya de la corona, la Montaña Suiza (sí, suiza, no rusa). Esta pequeña montaña rusa se inauguró en 1928, siendo la primera atracción en ser instalada tras la prohibición del juego. Se trata de la montaña rusa de acero más antigua del mundo todavía en funcionamiento.

Además, al contrario que otras montañas rusas, que pueden desmontarse y trasladarse, la de Igueldo se construyó para el espacio en el que está ubicada, por lo que seguirá funcionando muchos años más. Y que no os dé miedo su edad, la Montaña Suiza funciona perfectamente y tiene unas vistas espectaculares, así que os animamos a montaros al menos una vez, a ser posible en la primera fila.

Funicular del Monte Igueldo

Para llegar al parque de atracciones, lo mejor es coger el funicular del Monte Igueldo. Este trenecito, también inaugurado en 1912, es una de las cosas favoritas de los donostiarras. Y es que todos hemos cogido el funicular siendo niños y tenemos el recuerdo de la emoción al oír las puertas de los compartimentos cerrarse porque va a empezar la subida. Montarse en el funicular es, para los donostiarras, volver a la infancia. El funicular está abierto todos los días y tarda apenas 3 minutos en llegar a la cima, donde nos esperan, no solo el parque de atracciones, también las mejores vistas de toda la ciudad.

Altura del Monte Igueldo

El Monte Igueldo mide 181 metros de alto, es decir, tiene unas vistas espectaculares de toda la ciudad. Desde la terraza que da a la bahía de La Concha se llega a ver la costa francesa, y desde la Montaña Suiza toda la costa gipuzkoana hasta el cabo Machichaco, en Bizkaia. Pero si lo que queremos es tener una panorámica de todo esto, lo mejor es subir al torreón del parque. Antiguamente esta torre se usaba como faro, y ahora es un mirador desde el que se ve San Sebastián, los montes que lo rodean y la costa y el mar, hasta que la vista se pierde en el horizonte. Ya solo por esto, merece la pena subir a Igueldo.