La Gilda

El mundo de los pintxos es enorme, vasto, complejo y muy rico. Cada bar tiene sus especialidades, e incluso el mismo pintxo puede prepararse de forma distinta. Desde la tortilla de patata a la croqueta de jamón pasando por los boquerones o la brocheta de gambas, todos estos pedazos de cielo componen un mosaico gastronómico en el que es fácil perderse. Y entre todos ellos destaca uno, por su sencillez y carácter icónico.

La Gilda


Cuatro elementos: palillo, aceituna, anchoa en salazón y guindilla. Nada más, eso es lo único que se necesitó para crear un clásico que a día de hoy es considerado el pintxo donostiarra por antonomasia. Su invención se la debemos a Joaquín Aramburu, parroquiano del mítico Casa Vallés de la calle Reyes Católicos. Este en 1948 mezcló con un mondadientes las anchoas, guindillas y aceitunas que se servían en este bar, y le puso el nombre de la película Gilda por la icónica película de Rita Hayworth estrenada en España el año antes.

gilda

Es un pintxo de sabor fuerte, ácido y algo amargo que gusta mucho tomado durante el vermouth y que encima se conserva bien. Pero con la Gilda pasa que “Lo poco gusta, lo mucho cansa”, por lo que no recomiendo tomar más de uno seguido. Mejor descansar el paladar… con otro pintxo distinto.