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En el País Vasco tenemos una historia muy vinculada al hierro. Desde los ferrones del interior a los armeros eibarreses…pasando por los ferrocarriles, que unieron los pueblos históricamente aislados como hicieran en su día las gabarras fluviales. En 150 años revolucionaron no solo la vida, sino la industria de Euskadi.
Si queréis conocer de primera mano a estas bestias de acero tenéis que acudir al Museo Vasco del Ferrocaril de Azpeitia.
Este museo se encuentra instalado en un antiguo taller mecánico del Ferrocarril del Urola, que fue inaugurado en 1925 y que se encuentra tal cual estaba entonces. Ahí encontraréis más de sesenta vehículos totalmente restaurados y en funcionamiento, no en vano es considerada una de las mejores colecciones de su tipo a nivel europeo.
¿Lo mejor? ¡que desde Semana Santa los domingos y festivos ponen en marcha una locomotora auténtica para realizar un breve trayecto! Podéis creerme cuando os digo que es una experiencia muy especial.
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